
Ahora la realidad es otra, si chocas o te chocan, te molestas, te sale una úlcera de sólo pensar todo el rollo del seguro, papeleo, quedarse semanas sin el carro para ver si queda bien y si no tienes seguro imagina!. Nunca he chocado, la única vez que "choqué", fué un asunto muy tonto en el estacionamiento y a mi carro no le pasó nada, al otro si, le arranqué el parachoque trasero jaja (por supuesto respondí por eso).
Pero es que como manejan aquí en Valencia es un problema, claro... peor manejan en Maracaibo, quién haya estado de visita o sea de allá sabe de lo que hablo. Aquí si vienes por la zona industrial te tiran las camionetas, los autobuses, las gandólas y de paso tienes que estar pilas con los peatones kamikazes que pueden pasar perfectamente por la pasarela que tienen a 5 metros. Si fuera un juego te apuesto que si te llevas un heladero te dan 50 puntos. Ni hablar de los semáforos, pues la luz verde significa "dale chola", la amarilla "dale más chola" y la roja "dale si puedes".
Nos encontramos con una ciudad que ha crecido demasiado para la poca vialidad que tiene, ésto ya es proporcionalmente Caracas pero con muchísimo menos vías alternas. Entonces, ¿qué hacer en una cola?. Ya comprendo un poco más por qué los programas radiales en caracas se mantienen y son tan buenos, público exigente. Además de poder escuchar la radio, podemos siempre ir a la favorita, colocar un cd y olvidarse de todo. Si vas sólo, no tienes mucha opción, pues una buena compañía es lo mejor. Pero qué pasa en esos momentos donde simplemente andas con el aire acondicionado malo, no tienes equipo de música y en la radio están pasando una cadena? Pucha!.

Si la autopista fuera así de cómica, ¿quién se quejaría por una cola?
1 comentario:
Yo juraba que en valencia manejaban mal... Y luego vine a vivirme a México.
No importa cuantas vías existan, para una ciudad con la misma población de venezuela entera, donde decir que algo es cerca es hablar de una hora... Nunca son suficientes. Y aquí si aplica lo de 'manejo agresivo'. Literalmente. ¡Yo no creo manejar aqui jamás!
Besos,
M.
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